viernes, 10 de junio de 2022
"LA CAJA DE PANDORA" (Mito griego)
Al principio de los tiempos, un titán llamado Prometeo entregó a los hombres el regalo del fuego. El dios Zeus estaba furioso con el titán por no haber pedido su permiso primero y con los humanos por aceptar el regalo, por lo que ideó un plan para castigar a todos.
Le ordenó a Hefesto que creara una mujer hermosa a quien llamó Pandora. Afrodita le imprimió el don de la belleza, Hermes le dio astucia, Atenea le enseñó diversas artes y Hera le hizo el regalo que cambiaría la historia de los hombres por siempre: la curiosidad. Luego, Zeus ordenó a Hermes llevar a la hermosa mujer a la Tierra.
Antes de emprender su camino a la Tierra, Zeus obsequió a Pandora una caja de oro con incrustaciones de piedras preciosas atada con cuerdas doradas y le advirtió que bajo ninguna circunstancia debía abrirla.
Hermes guio a Pandora desde el Monte Olimpo y se la presentó al hermano de Prometeo, Epimeteo. Los dos se casaron y vivieron felices, pero Pandora no podía olvidar la caja prohibida. Todo el día pensaba en lo que podía haber adentro. Anhelaba abrir la caja, pero siempre volvía a atar los cordones dorados y devolvía la caja a su estante.
Sin embargo, la curiosidad de Pandora se apoderó de ella; tomó la caja y tiró de los cordones desatando los nudos. Para su sorpresa, cuando levantó la pesada tapa, un enjambre de adversidades estalló desde la caja: la enfermedad, la envidia, la vanidad, el engaño y otros males volaron fuera de la caja en forma de polillas. Pero entre todos ellos, voló una hermosa libélula trazando estelas de color ante los ojos sorprendidos de Pandora.
A pesar de que Pandora había liberado el dolor y sufrimiento en el mundo, también había permitido que la esperanza los siguiera.
Y es la esperanza lo que permite a la humanidad seguir adelante a pesar de las adversidades.
sábado, 19 de marzo de 2022
jueves, 17 de marzo de 2022
KAFKA Y LA MUÑECA VIAJERA
A los 40 años Franz Kafka (1883-1924) que nunca se casó ni tenía hijos, paseaba
por el parque Berlín cuando conoció a una niña que lloraba porque había perdido
su muñeca favorita.
Ella y Kafka buscan la muñeca sin éxito.
Kafka le dijo que
se reuniera con él al día siguiente y volverían a buscarla.
Al día siguiente, cuando todavía no habían encontrado la muñeca, Kafka le dio a la niña una carta
"escrita" por la muñeca que decía: "Por favor no llores. Tuve un viaje para ver
el mundo, te escribiré sobre mis aventuras."
Así comenzó una historia que
continúa hasta el final de la vida de Kafka.
En sus encuentros, Kafka le leía las cartas de su muñeca cuidadosamente escritas con aventuras y conversaciones
que la niña consideraba adorables.
Finalmente, Kafka le trajo la muñeca (compró una) que había vuelto a Berlín.
"No se parece en absoluto a mi muñeca", dijo la niña.
Kafka le entregó otra carta en la que la muñeca escribía: "Mis viajes me cambiaron"
La niña besó a la nueva muñeca y la trajo feliz a casa.
Un año después, Kafka murió.
Varios años después, la niña adulta ya encontró una carta en la muñeca.
miércoles, 16 de febrero de 2022
viernes, 14 de enero de 2022
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